29 de diciembre de 2014

¡Que el Teatro Municipal de Santiago sea un espacio libre de apartheid israelí!

CARTA ABIERTA A LA ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE SANTIAGO:
¡QUE EL TEATRO MUNICIPAL SEA UN ESPACIO LIBRE DE APARTHEID ISRAELÍ!



Carta Abierta de BDS Brasil a Fundación Teatro a Mil (FITAM)

Nós companheiros do BDS Brasil apoiamos a nossos companheiros do BDS Chile em seus protestos contra a presença da Companhia de Dança Batsheva e juntos concentramo-nos contra os crimes de um Estado ao serviço do qual Batsheva dança pela "rejeição da realidade" - isto é, a realidade da ocupação, o apartheid e a privação dos direitos dos palestinos-. Neste contexto, é particularmente pérfido que "Decadência" se aproprie da tradição musical árabe.


17 de diciembre de 2014

¡POR favor digan NO A BATSHEVA Y A TODA LA PROPAGANDA DEL APARTHEID ISRAELÍ!

Carta pública de Boycott From Within a  Fundación internacional teatro a mil (fitam), organizadora del Festival Santiago a Mil 2015

Somos ciudadanas/os israelíes activas/os contra las políticas de ocupación, racismo y Apartheid de nuestro Estado contra el pueblo palestino. En particular, muchas/os de nosotras/os somos antiguas/os activistas de la campaña contra la colonización y construcción de asentamientos ilegales por parte de Israel de la ocupada Cisjordania.

Hemos tomado conocimiento de la participación de la compañía de danza israelí Batsheva en vuestro festival y queremos explicarles por qué esta participación es equivocada.

Como activistas israelíes, pertenecemos a una pequeña minoría que se manifiesta contraria, da a conocer y condena los crímenes de nuestro Estado. Aún así, esto no es suficiente: las largas décadas de políticas racistas nos han llevado a la conclusión de que para terminar con estos crímenes, las instituciones cómplices, que obtienen ventajas de estas políticas, deben enfrentar sanciones.

Las instituciones artísticas de Israel colaboran con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel sirviendo como herramientas de propaganda del régimen de Apartheid. Invitar a Batsheva a actuar en Santiago en estos momentos, contribuiría a esta política, como expresara Nissim Ben-Sheetrit, ex diputado, director general del Ministerio de Asuntos Exteriores: “vemos la cultura como una herramienta de defensa y propaganda (hasbara) de primer rango, y no diferencio entre hasbara y cultura.” (http://www.haaretz.com/print-edition/features/about-face-1.170267)

Activistas de todas partes del mundo han tomado acción contra el uso de la cultura para propósitos de propaganda por el Estado de Israel.

Sabemos que la dictadura asesina de Chile fue apoyada por los gobiernos e industria militar de Israel. Sabemos que las/os ciudadanas/os chilenas/os de conciencia se oponen a los crímenes de Israel contra el pueblo palestino.

Como ciudadanas/os israelíes profundamente preocupados por el futuro de todas las personas viviendo en la región, creemos que la alianza entre el Festival Santiago a mil y el Estado de Israel (por intermedio de la actuación de Batsheva) se hace gracias al alto precio que pagan millones de seres humanos: las/os palestinas/os, sufriendo la expropiación, detención, tortura y masacre incluso, como hemos visto este invierno en Gaza.

Las/os llamamos a cancelar la invitación a Batsheva de inmediato.
 
Queremos recalcar que el BDS (campaña palestina por el Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel) llama al término de la cooperación institucional con Israel. Los artistas israelíes que no sean cómplices de crímenes de guerra y que no reciban apoyo financiero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, pueden ser invitadas/os a eventos internacionales.

Con mucho gusto recibiremos sus preguntas o comentarios.

Sinceramente,
Boycott from Within (apoyo al llamado palestino al BDS desde dentro)

Original en inglés: From Israeli citizens: Please say NO to Batsheva and Israeli Apartheid Propaganda!

15 de diciembre de 2014

!Que Santiago A Mil sea un espacio libre de apartheid!



CARTA ABIERTA A LA FUNDACIÓN INTERNACIONAL TEATRO A MIL:
¡QUE SANTIAGO A MIL SEA UN ESPACIO LIBRE DE APARTHEID!


Santiago, diciembre de 2014


Señores/as
Fundación Internacional Teatro a Mil
Presentes


Ref.- Demanda cancelación de las presentaciones de la compañía de danza israelí Batsheva Dance Company, programadas para la próxima versión del Festival Santiago a mil, por las razones que exponemos.


De nuestra consideración;
Junto con saludarlos/as, nos presentamos. Somos ciudadanos/as chilenos/as que adherimos a la campaña palestina por el Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel. Esta campaña surgió en Palestina en el año 2005, inspirada en el boicot efectuado por la sociedad civil internacional que otrora lograra derribar al Apartheid sudafricano. Ante el evidente fracaso de la Organización de Naciones Unidas y de la diplomacia para exhortar al Estado de Israel a respetar el orden humanitario internacional, es que surge este llamado desde las entrañas de la sociedad civil palestina, el cual se replica día a día en todo el mundo.
Esta campaña hace hincapié en la  necesidad de boicotear la estrategia israelí de utilizar la cultura y los espectáculos como medios para invisibilizar la limpieza étnica del pueblo palestino y normalizar una situación aberrante desde los puntos de vista jurídicos y humanos. El gobierno israelí destina grandes sumas de dinero para enviar por todo el mundo a sus representantes culturales. El propósito es consolidar una imagen de “país normal”, de democracia de corte occidental, obviando el cruel sometimiento del pueblo palestino. Por esto es que nos enteramos con profunda preocupación de las presentaciones que la Batsheva Dance Company efectuará en la próxima versión del reconocido Festival Santiago a Mil.


Iniciada en 2005 ante el aumento global de las protestas en contra de Israel, “Marca Israel” es una política de relaciones públicas del Estado que usa a las producciones culturales para distraer la atención de las violaciones diarias a los derechos humanos que perpetra Israel. En 2009, Arye Mekel, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, señaló: “Enviaremos a reconocidos novelistas y escritores, compañías de teatro, exhibiciones, a todo el mundo… De esta manera mostraremos la cara más bella de Israel, así el mundo no nos piensa solo en el contexto de la guerra.” Este Ministerio reconoce a Batsheva como “el más reconocido internacionalmente embajador cultural de Israel.” Mientras los esfuerzos para promover una imagen positiva de Israel persisten, el pueblo palestino sufre día a día las políticas israelíes. Algunas de las realidades de las cuales la Marca Israel quiere distraernos: la ocupación progresiva de territorios palestinos por parte de Israel es la más importante de la historia moderna. 223 asentamientos solo para judíos han sido construidos por Israel en tierra ocupada, en contravención del derecho internacional. Israel construye un Muro del Apartheid en Cisjordania que no solo roba tierra palestina, sino que además separa a los campesinos palestinos de su tierra. Las Fuerzas de Defensa de Israel han demolido más de 24.000 hogares palestinos desde 1967 y continúan haciéndolo. La invasión a Gaza en 2009 asesinó a 1400 personas y la Comisión de las Naciones Unidas, liderada por el juez Richard Goldstone, halló evidencia de crímenes de guerra. En 2014, Israel atacó Gaza nuevamente y asesinó a más de dos mil personas  y  nada hace prever que alguno de los responsables de estos crímenes de lesa humanidad (que a todas luces constituyen una violación del IV Convenio de Ginebra) vayan a responsabilizarse por ellos, siguiendo con la tradición de impunidad a la cual Israel nos tiene acostumbrados.  El propio director artístico de Batsheva, Ohad Naharin, señaló en una entrevista en 2005: “Continúo haciendo mi trabajo mientras a 20 kilómetros de aquí, la gente está participando en crímenes de guerra…”. Con todo, Batsheva continúa afirmando su relación con la Marca Israel desde que es co-financiada tanto por los Ministerios de Cultura como por el de Relaciones Exteriores de Israel para presentar sus espectáculos por el mundo. Batsheva es generalmente presentada como “la compañía de danza oficial de Israel”.


Queremos dejar en claro que no estamos boicoteando a ningún coreógrafo o compañía artística por sus creencias, nacionalidad o el contenido de su trabajo. Estamos boicoteando el uso del Estado de Israel de la danza contemporánea como un soft power para limpiar la imagen de Israel en los escenarios del mundo.


Si Ohad Naharin y la Batsheva Dance Company hubieran tenido el coraje de rechazar servir en el Ejército de ocupación israelí para el servicio militar obligatorio, si hubieran tenido el coraje de públicamente condenar la ocupación ilegal de Cisjordania y el progresivo robo de tierras palestinas, que efectúa el mismo gobierno que los financia a ellos para actuar por el mundo en nombre de Israel. Si hubieran tenido el coraje de públicamente declarar que no juzgan a la gente por su religión o etnia y por ende aceptan el retorno de los refugiados palestinos a sus hogares, dentro de lo que hoy es Israel, entonces se presentarían en enero en Chile como artistas de la danza, y no como títeres políticos. Cualquiera que vea el espectáculo de Batsheva debe saber que ellos tomaron conscientemente estas elecciones.


Para Ohad Naharin, la danza es “una forma de ilusión, un momento único que permite un escape de la realidad.” Por otra parte, ha sostenido “es para mí (la danza) una forma de visualizar el mundo en que vivo.” Quizás esta inconsistencia no sea un accidente. Si Naharin se da cuenta del mundo en que vive, quizás le haga bien refugiarse en ilusiones. ¿Es posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas, y además en tu nombre y por tu seguridad? ¿Puede ser el arte algo puro? ¿Es posible actuar como si no pasara nada?


El llamado a boicotear a Batsheva se debe a su afiliación al Estado israelí y a su rol de propaganda en éste. Nadie llama a un boicot de los integrantes de Batsheva. De hecho, los bailarines pueden ser invitados en forma individual, a representar el mismo espectáculo, en lugar de venir como Batsheva, compañía financiada por el Estado de Israel, en una estrategia diseñada para distraer a la opinión pública de la ocupación y colonización de tierras palestinas, como antes explicamos.


Queremos aclarar que el BDS no es en lo absoluto un movimiento que pretenda boicotear al pueblo judío ni colectivamente ni a sus integrantes. Tampoco pretendemos boicotear a las/os ciudadanas/os israelíes, mucho menos atacar personalmente a Naharin ni a cualquier otro. El BDS es un movimiento de resistencia pacífica que llama a todas/os las/os ciudadanas/os conscientes del mundo a no normalizar la imagen de Israel; es decir, a no mantener relaciones normales con un Estado que viola en forma sistemática y grave los derechos humanos del pueblo palestino, con el objetivo de aislar internacionalmente a ese Estado y exhortarlo así a respetar el derecho internacional. Esto es: el fin de la ocupación de los territorios palestinos, la igualdad plena entre los ciudadanos árabes y judíos en Israel, y el derecho al retorno de los refugiados palestinos. Muchas/os judías/os de todas partes del mundo, incluso judías/os israelíes, engrosan las filas del BDS. Simbólicamente podríamos citar el caso del aclamado académico israelí Ilan Pappe, quien es el precursor de la iniciativa “Boicot desde dentro”, que pretende implementar el Boicot a Israel desde Israel mismo. En el mundo de la cultura y de los espectáculos, figuras de la envergadura de Roger Waters, Alice Walker, Elvis Costello, entre tantas otras, han manifestado públicamente su apoyo al BDS.  Pedimos boicot a la “marca  Israel”, a los productos culturales israelíes que el Estado de Israel utiliza para mantener su fachada democrática y como cortina de humo que oculte sus crímenes. La “marca Israel” contribuye decisivamente a normalizar a Israel, es decir, a que lo veamos y aceptemos como un país democrático y no como al Israel que viola diariamente los derechos humanos, se ríe de la legalidad internacional, boicotea el arte palestino, y acaba de cometer, una vez más, crímenes contra la humanidad en Gaza y mantiene el bloqueo ilegal y criminal de la franja. No es posible separar ambas caras de Israel. Como afirma el propio Ilan Pappe, “el enfoque de la cultura y la vida académica israelí, como entidades diferentes del ejército, la ocupación y la destrucción, proporciona inmunidad a una de las mayores atrocidades de nuestro tiempo”.
El BDS busca presionar al Estado de Israel para que cumpla con el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos en tanto potencia ocupante en Gaza y Cisjordania. Se busca boicotear a Israel como respuesta al régimen de Apartheid que representa. Israel es un Apartheid porque ha instalado en tierra palestina un régimen de segregación basado en etnia, lengua y religión. En primer lugar, su propia definición como Estado lo hace tal. Israel se proclama a sí mismo como el Estado judío, el Estado de todos los judíos del mundo, no el Estado de los habitantes de la tierra que ocupa. La ciudadanía es una sola, la israelí. Pero las nacionalidades son varias, porque el país pertenece a la nación judía, por lo tanto, los habitantes no judíos, viven bajo un régimen distinto que el de los judíos: “la situación especial de la nacionalidad judía ha sido una manera de socavar los derechos de ciudadanía de los no judíos en Israel, especialmente para el quinto de la población que es árabe. Alrededor de 30 leyes en Israel privilegian específicamente a los judíos, en especial en las áreas de los derechos de emigración, la naturalización, el acceso a la tierra y el empleo.”
El BDS buscar presionar a Israel ante lo ineficaces que han sido las soluciones diplomáticas para ofrecer una salida al “conflicto” (aunque preferimos la denominación “dominación colonial”) respetuosa de la normativa internacional. Entre la normativa internacional violada manifiestamente por Israel, tanto en Israel como en Territorios Ocupados palestinos, podemos citar la Convención para la Eliminación de la Discriminación Racial; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención de los Derechos del Niño; la Convención contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes; la Convención para la Eliminación de la Discriminación en contra de la Mujer; etc. Asimismo, Resoluciones de las Naciones Unidas, entre las cuales destacan la Resolución 194 (adoptada por la Asamblea General del organismo el 11 /12/1948), la cual establece que los refugiados tienen derecho a regresar a sus casas, ahora en territorio de Israel, o a recibir una compensación económica si no desean volver; la Resolución 242 (adoptada por el Consejo de Seguridad del organismo el 22/11/1967) que pide la retirada de Israel de los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días y "el reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los estados de la región y su derecho a vivir en paz"; la Resolución 338 (adoptada por el Consejo de Seguridad el 22/10/1973) que  confirma la validez de la Resolución 242 y recomienda el alto al fuego y el inicio de las negociaciones en vista de “instaurar una paz justa y duradera en el Oriente Medio.”
El BDS es un movimiento que persigue sanciones a Israel dada la responsabilidad que le cabe como autor en la comisión de crímenes de lesa humanidad cometidos desde su creación, que dado el escenario internacional post Guerra Fría dominado por Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, nunca han sido conocidos y juzgados por un tribunal institucional, pese a que, por ejemplo, el último ataque militar aéreo y terrestre israelí sobre Gaza, de 50 días de duración, resultó en: la muerte de 2.188 palestinos, al menos 1.658 de los cuales eran civiles; 11.231 civiles heridos; daños a 18.000 viviendas (13% del total de viviendas disponibles en Gaza fue destruida total o parcialmente); el desplazamiento interno de unas 110.000 personas civiles; la destrucción total de ocho centros médicos y daños a muchos otros, de tal manera que 17 de los 32 hospitales fueron dañados y seis cerraron como resultado; la destrucción masiva de las instalaciones de agua resultando en unos 450.000 civiles que no pueden acceder a los suministros de agua municipales; la destrucción de las instalaciones de la única planta eléctrica de Gaza dejando a toda la Franja sin electricidad por aproximadamente 20 horas por día, lo cual produce un impacto profundo en el tratamiento de aguas, suministro de alimentos y la capacidad de las instalaciones médicas para tratar a los heridos y desplazados; numerosos ataques y destrucción a infraestructura de la ONU, incluyendo tres escuelas de la UNRWA que estaban siendo utilizadas como centros temporales de refugio; la destrucción total de unos 128 negocios y aproximadamente 550 millones de dólares en daños causados a las tierras agrícolas y la ganadería; ataques a la propiedad cultural y religiosa; y, por último, 373.000 niños que necesitan apoyo psicosocial directo y especializado. El ataque fue generalizado y sistemático y constituye una violación flagrante del IV Convenio de Ginebra para la protección de civiles en tiempos de guerra. La Autoridad Palestina estima que se requieren US $ 7,8 mil millones para reparar los daños causados a la infraestructura civil y estatal.


Solo esperamos que llegue pronto ese día en que aplaudir en las principales plataformas culturales del mundo a los representantes israelíes sea tan grave como lo sería hoy el haber aplaudido a los representantes culturales de la Alemania nazi. Solo esperamos que llegue pronto ese día en que acusar a Israel sea tan legítimo como acusar a la Francia colonizadora y torturadora de Argelia. Solo esperamos que llegue pronto ese día en que quedarse callado frente a la masacre en Palestina se condene tan fuertemente como se ha condenado el guardar silencio mientras se exterminaba a los pueblos originarios de América.
En vista de lo expuesto, demandamos a ustedes cancelar las presentaciones de Batsheva Dance Company, embajadora cultural de Israel, como respuesta al Apartheid y a la colonización del país que representan, mientras éste no cambie su política criminal hacia el pueblo palestino. Hasta entonces, solidarizamos con el pueblo palestino, y seguiremos llamando al boicot de los espectáculos culturales israelíes que pretenden silenciar con hermosas melodías los gritos de horror de los niños de Gaza. Como chilenas/os, hemos vivido en carne propia la violación de los derechos humanos, la sociedad civil internacional solidarizó con los perseguidos por Pinochet, y por lo mismo nos parece justo y consecuente levantar la voz cada vez que los derechos humanos se violen en cualquier lugar del mundo.


Quedamos atentas/os a sus comentarios, solicitudes y respuesta,

Campaña BDS-Chile
boicotchile@gmail.com


26 de noviembre de 2014

Exige a la ONU que no recompense a Israel por la masacre de Gaza


Donantes internacionales han prometido $ 5,4 mil millones para la reconstrucción de Gaza después de 50 días de ataques israelíes durante el verano pasado en el que murieron 2.254 palestinos, entre ellos 538 niños.

Los estudios demuestran que al menos el 45% de la ayuda prometida por los donantes internacionales  se destinará a la economía israelí. En específico a empresas que  ven el asedio de Gaza  como una oportunidad de negocio, explotando "el mercado cautivo" que significa la franja costera.

Firma AQUÍ la petición para exigir que la ayuda internacional para reconstruir Gaza no llegue a manos de las empresas que se benefician del bloqueo, las colonias y la destrucción de la franja.

24 de noviembre de 2014

STOP: ¡NO embellezcas el Apartheid israelí!

Los productos de "belleza" Moroccan Oil, Canaan, Shalva y Premier se fabrican en Israel y por tanto son parte del sustento económico del Apartheid israelí. Ellos no solo hacen posible la desposesión y el cruel sometimiento del pueblo palestino, sino que además profitan de ello.


En Fotos: Charla de Frank Barat en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile

El pasado 6 de Noviembre se llevó a cabo en el Aula Magna de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile la charla de Frank Barat, Coordinador General del Tribunal Russell para Palestina, presentada por Melissa Sepúlveda, Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y Claudio Nash, académico y Director del Centro de Derechos Humanos de la misma Facultad y con la participación de Nadia Silhi, Directora de BDS Chile. Aquí una síntesis en fotos del evento:

18 de noviembre de 2014

Declaración pública en solidaridad con los 43 de Ayotzinapa



Como activistas de la campaña palestina BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel) en Chile, no podemos menos que manifestar nuestra absoluta solidaridad con los estudiantes mexicanos desaparecidos en Ayotzinapa, sus familiares, amigos, y todo el pueblo de México.

Nuevamente el mundo se enfrenta a la barbarie de los poderosos. Cuesta creer que en pleno siglo XXI la humanidad no haya construido un sistema suficientemente efectivo para impedir la desaparición forzada de personas, el bombardeo de población civil, los regímenes de Apartheid, etc.

Todos estos actos constituyen crímenes de lesa humanidad para el derecho internacional humanitario y deben ser perseguidos y sancionados los responsables por su comisión independientemente del país donde éstos se cometan.

Creemos firmemente en la solidaridad entre los pueblos. Creemos firmemente en la universalidad de los derechos humanos y vamos a repudiar con la misma energía las violaciones a los mismos en cualquier parte del mundo, ya sea en México, Palestina o Chile.

Vivos se los llevaron, vivos los queremos.

17 de noviembre de 2014

Cobertura de medios a la visita de Frank Barat y el Tribunal Russell a Chile


Santiago, Valparaíso y Temuco recibieron durante Noviembre la visita de Frank Barat a Chile, quién expuso las conclusiones del Tribunal Russell y relató las condiciones de vida bajo la ocupación militar israelí en Palestina.

12 de noviembre de 2014

Video y fotos de las actividades de Frank Barat en Chile

Entre el 3 y el 7 de Noviembre se llevó a cabo la serie de charlas de Frank Barat en Chile, con el objetivo de difundir las conclusiones y el trabajo exhaustivo del Tribunal Russell para Palestina a la sociedad chilena y para visibilizar la situación que vive el pueblo palestino. Santiago, Valparaíso y Temuco fueron sede de las exposiciones. Aquí una síntesis en fotos y videos.

Museo de la Memoria, Lunes 3 de Noviembre

6 de noviembre de 2014

Con éxito terminó la primera exposición de Frank Barat en Chile



El Coordinador General del prestigioso Tribunal Internacional para los Crímenes de Guerra o Tribunal Russell para el caso de Palestina expuso, durante casi una hora, sobre las conclusiones a las que llegó la institución europea luego de observar las extremas condiciones de los palestinos que viven bajo Apartheid israelí.

El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos acogió, durante el día lunes pasado, a Frank Barat, un destacado activista francés dedicado a denunciar los crímenes de lesa humanidad y las violaciones a los derechos humanos en Palestina. Barat fue invitado por la Coordinadora BDS-Chile y por la Federación Palestina, en su calidad de Coordinador General del Tribunal Russell: una institución ciudadana, creada en 1966, que busca utilizar el derecho internacional para dirimir sobre situaciones en las que se habrían cometido crímenes de lesa humanidad.

“Esta noche hablaré sobre el rol que debiesen tomar la sociedad civil y los ciudadanos en general, cuando ven situaciones de injusticia que afectan a otros. Cuando los gobiernos no están llevando a cabo la función de proteger a las personas, el rol de la sociedad y del propio Tribunal Russell debiese ser el empoderar a los ciudadanos para que aboguen por los oprimidos, incluso cuando éstos no sean de nuestro país o no compartan la misma religión”, señaló Frank Barat.



El activista francés estuvo acompañado por la académica Faride Zerán, Premio Nacional de Periodismo de Chile en 2007 y por el diputado del Partido Comunista, Hugo Gutiérrez, quien además es presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara.

“Me parece muy oportuno traer a Frank Barat a Chile, para que dé cuenta de la resoluciones del Tribual Russell, porque hoy día hay que exigirle a Israel que cumpla con el derecho internacional”, opinó el diputado Gutiérrez. “Israel incumple todo lo que las Naciones Unidas le pide, en consecuencia tiene que atenerse a que hoy hay un ciudadano consciente que lo va a sancionar en la medida que ellos puedan, por ejemplo, no comprando los productos israelíes”, agregó.

Durante su exposición, presenciada por decenas de personas entre ellos reconocidos personajes políticos, se narraron testimonios de víctimas y se mostraron imágenes sobre las condiciones en las que quedó la Franja de Gaza, luego de los últimos ataques de Israel sobre la zona.

Las próximas exposiciones serán abiertas a todo público y se llevarán a cabo el miércoles 5 de noviembre, a las 19 hrs, en el Club Palestino y el jueves 6, a las 12 hrs, en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Además, en Temuco, el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de La Frontera invita a una charla titulada “Diálogos sobre Palestina en la Araucanía”, donde expondrán Barat y el comunero mapuche Juan Pichún.

“Se trata de una actividad muy importante, que nos permite difundir los crímenes que comete a diario el Estado de Israel. El Tribunal Russell se crea con el objetivo de validar lo que no han hecho los organismos institucionalizados y los tribunales internacionales”, señaló Anuar Majluf, Director Ejecutivo de la Federación Palestina, una de las instituciones que organizó el evento.

23 de octubre de 2014

Carta Abierta: exigimos la cancelación de la participación del Instituto Chileno Israelí de Cultura en la Novena Fiesta de los Idiomas

Santiago, octubre de 2014.

Señor
Waldo Carrasco
Jefe del Sistema de Bibliotecas Públicas
Municipalidad de Providencia
Presente

Ref.- Exige cancelación de la participación del Instituto Chileno Israelí de Cultura en la Novena Fiesta de los Idiomas por las razones que exponemos.

De nuestra consideración,

Junto con saludarlo, nos presentamos. Somos ciudadanos y ciudadanas chilenos que adherimos a la campaña palestina por el Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel. Muchas/os de nosotras/os somos también vecinas/os de la comuna de Providencia.

Esta campaña surgió en Palestina en el año 2005, inspirada en el boicot efectuado por la sociedad civil internacional que otrora lograra derribar al Apartheid sudafricano. Ante el evidente fracaso de la Organización de Naciones Unidas y de la diplomacia para exhortar al Estado de Israel a respetar el orden humanitario internacional, es que surge este llamado desde las entrañas de la sociedad civil palestina, el cual se replica día a día en todo el mundo. Verá, solo por darle un ejemplo, Israel asesinó a más de dos mil quinientas personas durante los recién transcurridos meses de julio y agosto; y nada hace prever que alguno de los responsables de estos crímenes de lesa humanidad (que a todas luces constituyen una violación del IV Convenio de Ginebra) vayan a responsabilizarse por ellos, siguiendo con la tradición de impunidad a la cual Israel nos tiene acostumbrados.

La campaña BDS hace hincapié en la necesidad de boicotear la estrategia israelí de utilizar la cultura como medio para invisibilizar la limpieza étnica del pueblo palestino y normalizar una situación aberrante desde los puntos de vista jurídicos y humanos, consolidando una imagen de “país normal”, de democracia de corte occidental, obviando el cruel sometimiento del pueblo palestino. Por esto es que nos enteramos con profunda preocupación de la participación del Instituto Chileno Israelí de Cultura en la Novena Fiesta de los Idiomas, organizada en el seno de la institución que usted dirige.

El Instituto Chileno Israelí de Cultura declara como su principal propósito la realización de actividades que tienen como objetivo el mayor acercamiento entre Chile y el Estado de Israel y la construcción de un puente fraterno entre ambos países. Nosotros nos manifestamos en contra de ese acercamiento entre nuestro país con un Estado colonial que infringe abiertamente el derecho internacional y mantiene un régimen de apartheid contra un pueblo. ¿Qué acercamiento es el que busca el Instituto Chileno Israelí al participar en la Fiesta de los Idiomas? ¿El acercamiento a crímenes de lesa humanidad, a bombardear escuelas y hospitales que servían de refugio a la población civil? ¿O será más bien la fraternidad en el robo de las tierras palestinas dividiendo y encerrando en bantustanes a la población palestina de Cisjordania? ¿O tal vez tener ciudadanos de tercera categoría, que es como vive en Israel aquella minoría palestina que no pudo ser expulsada de sus hogares para la creación del Estado judío? Lo que sí es seguro es que con el Estado de Israel, sobre todo después de los últimos bombardeos a Gaza, no es posible ningún acercamiento legítimo vinculado a actividades culturales, sin que esté ensuciado por las muertes, la ocupación, el colonialismo y la destrucción.

Queremos aclarar que el BDS no es en lo absoluto un movimiento que pretenda boicotear al pueblo judío ni colectivamente ni a sus integrantes. Tampoco pretendemos boicotear a las/os ciudadanas/os israelíes.

El BDS es un movimiento de resistencia pacífica que llama a todas/os las/os ciudadanas/os conscientes del mundo a no normalizar la imagen de Israel; es decir, a no mantener relaciones normales con un Estado que viola en forma sistemática y grave los derechos humanos del pueblo palestino, con el objetivo de aislar internacionalmente a ese Estado y exhortarlo así a respetar el derecho internacional. Esto es: el fin de la ocupación de los territorios palestinos, la igualdad plena entre los ciudadanos árabes y judíos en Israel, y el derecho al retorno de los refugiados palestinos. Muchas/os judías/os de todas partes del mundo, incluso judías/os israelíes, engrosan las filas del BDS. Simbólicamente podríamos citar el caso del aclamado académico israelí Ilan Pappe, quien es el precursor de la iniciativa “Boicot desde dentro”, que pretende implementar el Boicot a Israel desde Israel mismo. En el mundo, figuras de la envergadura de Roger Waters y Stephen Hawkings, entre tantas otras, han manifestado públicamente su apoyo al BDS. Pedimos boicot a la “marca Israel”, a los productos culturales israelíes que el Estado de Israel utiliza para mantener su fachada democrática y como cortina de humo que oculte sus crímenes. La “marca Israel”, dentro de la que ciertamente se incluye el Instituto Chileno Israelí de Cultura, contribuye decisivamente a normalizar a Israel, es decir, a que lo veamos y aceptemos como un país democrático y no como al Israel que viola diariamente los derechos humanos, se ríe de la legalidad internacional, asfixia la cultura palestina, y acaba de cometer, una vez más, crímenes contra la humanidad en Gaza y mantiene el bloqueo ilegal y criminal de la franja. No es posible separar ambas caras de Israel. Como afirma el propio Ilan Pappe, “el enfoque de la cultura y la vida académica israelí, como entidades diferentes del ejército, la ocupación y la destrucción, proporciona inmunidad a una de las mayores atrocidades de nuestro tiempo”.

El BDS busca presionar al Estado de Israel para que cumpla con el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos en tanto potencia ocupante en Gaza y Cisjordania. Se busca boicotear a Israel como respuesta al régimen de Apartheid que representa. Israel es un Apartheid porque ha instalado en tierra palestina un régimen de segregación basado en etnia, lengua y religión. En primer lugar, su propia definición como Estado lo hace tal. Israel se proclama a sí mismo como el Estado judío, el Estado de todos los judíos del mundo, no el Estado de los habitantes de la tierra que ocupa. La ciudadanía es una sola, la israelí. Pero las nacionalidades son varias, porque el país pertenece a la nación judía, por lo tanto, los habitantes no judíos, viven bajo un régimen distinto que el de los judíos: “la situación especial de la nacionalidad judía ha sido una manera de socavar los derechos de ciudadanía de los no judíos en Israel, especialmente para el quinto de la población que es árabe. Alrededor de 30 leyes en Israel privilegian específicamente a los judíos, en especial en las áreas de los derechos de emigración, la naturalización, el acceso a la tierra y el empleo.”

El BDS buscar presionar a Israel ante lo ineficaces que han sido las soluciones diplomáticas para ofrecer una salida al “conflicto” (aunque preferimos la denominación “dominación colonial”) respetuosa de la normativa internacional. Entre la normativa internacional violada manifiestamente por Israel, tanto en Israel como en Territorios Ocupados palestinos, podemos citar la Convención para la Eliminación de la Discriminación Racial; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención de los Derechos del Niño; la Convención contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes; la Convención para la Eliminación de la Discriminación en contra de la Mujer; etc. Asimismo, Resoluciones de las Naciones Unidas, entre las cuales destacan la Resolución 194 (adoptada por la Asamblea General del organismo el 11 /12/1948), la cual establece que los refugiados tienen derecho a regresar a sus casas, ahora en territorio de Israel, o a recibir una compensación económica si no desean volver; la Resolución 242 (adoptada por el Consejo de Seguridad del organismo el 22/11/1967) que pide la retirada de Israel de los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días y "el reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los estados de la región y su derecho a vivir en paz"; la Resolución 338 (adoptada por el Consejo de Seguridad el 22/10/1973) que confirma la validez de la Resolución 242 y recomienda el alto al fuego y el inicio de las negociaciones en vista de “instaurar una paz justa y duradera en el Oriente Medio.”

El BDS es un movimiento que persigue sanciones a Israel dada la responsabilidad que le cabe como autor en la comisión de crímenes de lesa humanidad cometidos desde su creación, que dado el escenario internacional post Guerra Fría dominado por Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, nunca han sido conocidos y juzgados por un tribunal institucional, pese a que, por ejemplo, el último ataque militar aéreo y terrestre israelí sobre Gaza, de 50 días de duración, resultó en: la muerte de 2.188 palestinos, al menos 1.658 de los cuales eran civiles; 11.231 civiles heridos; daños a 18.000 viviendas (13% del total de viviendas disponibles en Gaza fue destruida total o parcialmente); el desplazamiento interno de unas 110.000 personas civiles; la destrucción total de ocho centros médicos y daños a muchos otros, de tal manera que 17 de los 32 hospitales fueron dañados y seis cerraron como resultado; la destrucción masiva de las instalaciones de agua resultando en unos 450.000 civiles que no pueden acceder a los suministros de agua municipales; la destrucción de las instalaciones de la única planta eléctrica de Gaza dejando a toda la Franja sin electricidad por aproximadamente 20 horas por día, lo cual produce un impacto profundo en el tratamiento de aguas, suministro de alimentos y la capacidad de las instalaciones médicas para tratar a los heridos y desplazados; numerosos ataques y destrucción a infraestructura de la ONU, incluyendo tres escuelas de la UNRWA que estaban siendo utilizadas como centros temporales de refugio; la destrucción total de unos 128 negocios y aproximadamente 550 millones de dólares en daños causados a las tierras agrícolas y la ganadería; ataques a la propiedad cultural y religiosa; y, por último, 373.000 niños que necesitan apoyo psicosocial directo y especializado. El ataque fue generalizado y sistemático y constituye una violación flagrante del IV Convenio de Ginebra para la protección de civiles en tiempos de guerra. La Autoridad Palestina estima que se requieren US $ 7,8 mil millones para reparar los daños causados a la infraestructura civil y estatal.

Solo esperamos que llegue pronto ese día en que recibir en las plataformas culturales del mundo a los representantes israelíes sea tan grave como lo sería hoy el haber recibido a los representantes culturales de la Alemania nazi. Solo esperamos que llegue pronto ese día en que acusar a Israel sea tan legítimo como acusar a la Francia colonizadora y torturadora de Argelia. Solo esperamos que llegue pronto ese día en que quedarse callado frente a la masacre en Palestina se condene tan fuertemente como se ha condenado el guardar silencio mientras se exterminaba a los pueblos originarios de América.

En vista de lo expuesto, demandamos a usted cancelar las participación de los embajadores culturales de Israel, como respuesta al Apartheid y a la colonización del país que representan, mientras éste no cambie su política criminal hacia el pueblo palestino. Hasta entonces, solidarizamos con el pueblo palestino, y seguiremos llamando al boicot de toda iniciativa que pretenda normalizar el asesinato de niñas y niños.

Como chilenas/os, hemos vivido en carne propia la violación de los derechos humanos, la sociedad civil internacional solidarizó con los perseguidos por Pinochet, y por lo mismo nos parece justo y consecuente levantar la voz cada vez que los derechos humanos se violen en cualquier lugar del mundo.

¡Boicot a Israel ahora! ¡Fin a las relaciones normales con un Estado criminal!

Campaña BDS-Chile

boicotchile@gmail.com

17 de octubre de 2014

Llamado al boicot del Festival de Cine LGBTI mientras el estado criminal de Israel figure como uno de los organizadores de la actividad

Santiago, 30 de septiembre de 2014.

Entre el 17 de octubre y 2 de noviembre del año en curso, se llevará a cabo en la ciudad de Santiago de Chile un festival de cine LGBTI (lésbico, gay, transexual e intersexual) organizado por el MOVILH, actividad que ciertamente celebramos. Sin embargo, la Embajada de Israel figura como colaboradora en la organización de la actividad. Los abajo firmantes llamamos al Boicot del festival de cine mientras Israel no sea excluido de la organización de éste.



El pasado lunes 22 de septiembre, las/os activistas chilenas/os de la Campaña Palestina por el Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel (BDS-CHILE), escribieron un correo electrónico al MOVILH al enterarse de la colaboración de Israel, a través de su Embajada, en el festival de cine LGBTI que el MOVILH organiza. En este correo, se solicitaba una reunión con ellos para conversar sobre los motivos por los cuales se debe boicotear al Estado de Israel y, por ende, no trabajar con éste mientras no se allane a respetar el derecho internacional. Esta petición no sólo ha sido desatendida hasta la fecha, sino que además ante la publicación, con fecha 26 de septiembre, por el medio El Quinto Poder de la columna “MOVILH: contradicciones a pantalla gigante” de autoría del destacado activista de la diversidad sexual, Elías Jiménez, donde expresa la contradicción que implica ser una organización de la sociedad civil chilena dedicada a la defensa y promoción de los derechos humanos de la diversidad sexual y, al mismo tiempo, trabajar de la mano con un Estado que viola los derechos humanos de manera sistemática y grave, y las reacciones que ésta suscitó en Twitter, donde el MOVILH fue interpelado a través de distintos usuarios, respondiendo escuetamente que no reciben financiamiento de Israel y que se están limitando a exhibir las películas que les han facilitado sus amigos de la Comunidad Judía. Al mismo tiempo, Rolando Jiménez, representante del MOVILH, a través de su cuenta personal, destacó la participación de 17 países en el festival, “aunque moleste a radicales y censuradores”. Quien sí atacó directamente a Elías Jiménez, fue Hod-Chile, desconocido grupo sionista hasta ahora en el mundo LGBTI, quienes también figuran como colaboradores de este festival. Hod llegó al patético extremo de “advertir” a Elías Jiménez que lo acusarían a la Mesa por la Diversidad Sexual.

En virtud de lo anterior, las/os abajo firmantes, queremos aclarar que el BDS no es en lo absoluto un movimiento que pretenda boicotear al pueblo judío ni colectivamente ni a sus integrantes, por las siguientes razones: 
  • El BDS es un movimiento de resistencia pacífica palestina que, inspirado en el boicot que otrora se hiciera para echar abajo la Sudáfrica del Apartheid, llama a todas/os las/os ciudadanas/os conscientes del mundo a no normalizar la imagen de Israel; es decir, a no mantener relaciones normales con un Estado que viola en forma sistemática y grave los derechos humanos del pueblo palestino, con el objetivo de aislar internacionalmente a ese Estado y exhortarlo así a respetar el orden humanitario internacional;
  • Muchas/os judías/os de todas partes del mundo engrosan las filas del BDS. Simbólicamente podríamos citar el caso del aclamado académico israelí Ilan Pappe, quien es el precursor de la iniciativa “Boicot desde dentro”, que pretende implementar el Boicot a Israel desde Israel mismo. Asimismo, la académica estadounidense de origen judío, Judith Butler, una de las principales teóricas del feminismo y de la teoría queer, fue también una de las primeras académicas del mundo en suscribir la campaña BDS;
  • El BDS es una campaña internacional que pretende estrechar lazos con toda entidad ciudadana abocada a la defensa y promoción de los derechos humanos. Así lo han entendido activistas LGBTI de todas partes del mundo, quienes han llamado a boicotear a Israel pues les indigna la utilización cínica que hace Israel de la lucha por los derechos plenos de la diversidad sexual para maquillar la limpieza étnica que efectúa en contra del pueblo palestino, que en el concierto internacional se denomina pinkwashing, concepto que significaría “lavado rosa”, y que quiere significar el lavado de imagen que hace Israel para desmarcarse de sus crímenes promoviendo una imagen de país diverso y promotor de los derechos humanos, cuando todos los organismos internacionales de derechos humanos indican que no es así;
  • El BDS busca presionar al Estado de Israel para que cumpla con el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos en tanto potencia ocupante en Gaza y Cisjordania. Se busca boicotear a Israel como respuesta al régimen de Apartheid que representa. Israel es un Apartheid porque ha instalado en tierra palestina un régimen de segregación basado en etnia, lengua y religión. En primer lugar, su propia definición como Estado lo hace tal. Israel se proclama a sí mismo como el Estado judío, el Estado de todos los judíos del mundo, no el Estado de los habitantes de la tierra que ocupa. La ciudadanía es una sola, la israelí. Pero las nacionalidades son varias, porque el país pertenece a la Nación judía, por lo tanto, los habitantes no judíos, viven bajo un régimen distinto que el de los judíos: “la situación especial de la nacionalidad judía ha sido una manera de socavar los derechos de ciudadanía de los no judíos en Israel, especialmente para el quinto de la población que es árabe. Alrededor de 30 leyes en Israel privilegian específicamente a los judíos, en especial en las áreas de los derechos de emigración, la naturalización, el acceso a la tierra y el empleo”;
  • El BDS buscar presionar a Israel ante lo ineficaces que han salido las soluciones diplomáticas para ofrecer una salida al “conflicto” (aunque preferimos la denominación “dominación colonial”) respetuosa de la normativa internacional. Entre la normativa internacional violada manifiestamente por Israel, tanto en Israel como en Territorios Ocupados palestinos, podemos citar la Convención para la Eliminación de la Discriminación Racial; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención de los Derechos del Niño; la Convención contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes; la Convención para la Eliminación de la Discriminación en contra de la Mujer; etc. Asimismo, Resoluciones de las Naciones Unidas, entre las cuales destacan la Resolución 194 (adoptada por la Asamblea General del organismo el 11 /12/1948), la cual establece que los refugiados tienen derecho a regresar a sus casas, ahora en territorio de Israel, o a recibir una compensación económica si no desean volver; la Resolución 242 (adoptada por el Consejo de Seguridad del organismo el 22/11/1967) que pide la retirada de Israel de los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días y "el reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los estados de la región y su derecho a vivir en paz"; la Resolución 338 (adoptada por el Consejo de Seguridad el 22/10/1973) que  confirma la validez de la Resolución 242 y recomienda el alto al fuego y el inicio de las negociaciones en vista de “instaurar una paz justa y duradera en el Oriente Medio”;
  • El BDS es un movimiento que persigue sanciones a Israel dada la responsabilidad que le cabe como autor en la comisión de crímenes de lesa humanidad cometidos desde su creación, que dado el escenario internacional post Guerra Fría dominado por Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, nunca han sido conocidos y juzgados por un tribunal institucional, pese a que, por ejemplo, el último ataque militar aéreo y terrestre israelí sobre Gaza, de 50 días de duración, resultó en: la muerte de 2.188 palestinos, al menos 1.658 de los cuales eran civiles; 11.231 civiles heridos; daños a 18.000 viviendas (13% del total de viviendas disponibles en Gaza fue destruida total o parcialmente); el desplazamiento interno de unas 110.000 personas civiles; la destrucción total de ocho centros médicos y daños a muchos otros, de tal manera que 17 de los 32 hospitales fueron dañados y seis cerraron como resultado; la destrucción masiva de las instalaciones de agua resultando en unos 450.000 civiles que no pueden acceder a los suministros de agua municipales; la destrucción de las instalaciones de la única planta eléctrica de Gaza dejando a toda la Franja sin electricidad por aproximadamente 20 horas por día, lo cual produce un impacto profundo en el tratamiento de aguas, suministro de alimentos y la capacidad de las instalaciones médicas para tratar a los heridos y desplazados; numerosos ataques y destrucción a infraestructura de la ONU, incluyendo tres escuelas de la UNRWA que estaban siendo utilizadas como centros temporales de refugio; la destrucción total de unos 128 negocios y aproximadamente 550 millones de dólares en daños causados a las tierras agrícolas y la ganadería; ataques a la propiedad cultural y religiosa; y, por último, 373.000 niños que necesitan apoyo psicosocial directo y especializado. El ataque fue generalizado y sistemático y constituye una violación flagrante del IV Convenio de Ginebra para la protección de civiles en tiempos de guerra. La Autoridad Palestina estima que se requieren US $ 7,8 mil millones para reparar los daños causados a la infraestructura civil y estatal. La Comunidad Judía de Chile, los amigos del MOVILH en sus propias palabras, apoyó este ataque reiterada y públicamente;
  • Por último, dado nuestro compromiso pleno con el trabajo por la igualdad de derechos de las mujeres y de las personas de la diversidad sexual, tanto en Chile como en el mundo, queremos reafirmar la idea de que los derechos de esta población (más de la mitad de la humanidad) se ven afectados, arbitraria y desgraciadamente, en todo el mundo hasta el día de hoy. El patriarcado, la misoginia, el falocentrismo y  la heteronormatividad no son patrimonio exclusivo ni de oriente ni de occidente. La violencia sexual es un discurso, y una práctica a la vez, con la cual nos enfrentamos cotidianamente acá mismo en Chile, donde el joven Daniel Zamudio fue salvajemente asesinado hace dos años por ser homosexual. Las tres religiones monoteístas, el cristianismo, el judaísmo y el Islam, en sus vertientes más conservadoras, promueven e imponen una visión de la vida basadas en un orden natural que quienes no tenemos fe no tenemos por qué compartir y quienes sí tienen no necesariamente adoptan, y si adoptaran, no pueden imponérsela a los demás:   eso se llama Estado laico, democracia, y derechos humanos, que son universales, son el mínimo común denominador, son “un piso mínimo”. Israel, en tanto Estado judío, no es un Estado laico. Israel no ha reconocido el matrimonio igualitario. A mayor abundamiento, ¿son más importantes los derechos del mundo LGTBI judío que del mundo LGTBI palestino? 

En vista de estos argumentos, hacemos un llamado a:

  • Las entidades que organizan, financian y colaboran en la actividad en conjunto con el MOVILH y con la Embajada de Israel a quitar su apoyo a la misma mientras la Embajada de Israel siga en la organización;
  • La sociedad chilena en general y particularmente a todos quienes hagan de la defensa y promoción de los derechos humanos su labor cotidiana, a plegarse al llamado de la campaña BDS y en consecuencia a boicotear pacíficamente (no asistiendo al Festival y sobre todo dando a conocer las razones de por qué no asistir por todos los canales de comunicación disponibles) el festival de cine organizado por el MOVILH mientras la Embajada de Israel siga siendo una de las instituciones que organizan la actividad.

ADHIEREN:

  • MUMS (Movimiento por la Diversidad Sexual);
  • Pedro Lemebel, artista visual y escritor;
  • Faride Zerán, Premio Nacional de Periodismo
  • Víctor Hugo Robles, periodista, apóstata y activista de la diversidad sexual, conocido como “El Che de los Gays”;
  •  Sergio Trabucco, cineasta
  • Karol Cariola, H. Diputada de la República;
  • Melissa Sepúlveda, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH);
  • Lorenza Soto, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES);
  • Eloísa González, ex vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES);
  • Claudio Narea, músico;
  • Kena Lorenzini, feminista, fotógrafa y psicóloga;
  • Juan Pablo Sutherland, escritor, académico de la Universidad de Chile, y activista marica;
  • Felipe Rivas, artista visual y activista disidente sexual, miembrx de CUDS;
  • Sergio Grez, historiador, académico de la Universidad de Chile;
  • Nadia Prado, escritora;
  • Malú Urriola, poeta;
  • Tanya Peralta, magíster en literatura, docente, lesbiana y feminista;
  • Bárbara Sepúlveda, militante comunista y feminista;
  • Luna Folegatti, historiadora, doctoranda de la Universidad de Chile, Movimiento Alzada Feminista;
  • Camila Vega, licenciada en sociología y Vicepresidenta del Observatorio contra el Acoso Callejero (OCAC);
  • Dayana Barrios, activista para la erradicación de la violencia de género;
  • Pablo Rivas, sociólogo y cineasta, master en cine de la Sorbona;
  • Marcelo Piña, documentalista y productor;
  • Moisés Scherman, economista;
  • Helene Herting, socióloga, judía antisionista;
  • Elizabeth Collingwood-Selby, filósofa;
  • Eugenia Prado, escritora y diseñadora;
  • José Salomón, académico y escritor;
  • Luis Jaqui, administrador público, integrante de Convergencia de Izquierda y Los 12 Puntos;
  • Karen Hermosilla, periodista, integrante de Convergencia de Izquierda y Los 12 Puntos;
  • Cristina Azócar, artista fotógrafa;
  • Marina Arrate, poeta y psicóloga;
  • Mane Adaro, curadora;
  • Willy Thayer, filósofo;
  • Lina Meruane, escritora y docente;
  • Carmen Soria, ciudadana;
  • Carlos Casanova, filósofo, académico de la UMCE;
  • Miguel Ruiz, filósofo, académico de la Universidad de Chile;
  • Rebeca Errázuriz, socióloga;
  • Francisca Garat, socióloga, integrante del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, CENDA;
  • Víctor González, sociólogo y académico de la Universidad Arcis, poeta, escritor;
  • Cecilia Baeza, politóloga y docente en la Fundación Getulio Vargas, São Paulo;
  • Rodrigo Karmy, filósofo, académico de la Universidad de Chile;
  • Camila Stipo, licenciada en historia, estudiante de filosofía;
  • Javiera Bonnefoy, socióloga, doctora en sociología EHESS-Paris;
  • Malena Bastías, socióloga, master en mediación cultural Sorbonne-Nouvelle, París;
  • Mauricio Amar, sociólogo;
  • Javiera Vallejo, periodista;
  • Karin Baeza, socióloga, master en ciencias sociales EHESS-París;
  • Alonso Azócar, académico de la Universidad de La Frontera (UFRO);
  • Yuri Vásquez, abogado.
  • Manuela Infante, directora teatral 
  • Manuel Garate. Historiador y cientista político 
  • Perico Villagra Cordero, ciudadano
  • Leonardo Vilches, militante comunista
  • Carmen Berenguer, Poeta y Artista Visual.

Carta pública al Director del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile

Señor Ernesto Ottone Ramírez
Director del Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC), Universidad de Chile, Presente

Ref.- Demanda cancelación de la presentación del director israelí Doron Salomon en el Teatro de la Universidad de Chile por las razones que exponemos.

De nuestra consideración,

Junto con saludarlo, nos presentamos. Somos ciudadanos y ciudadanas chilenos que adherimos a la campaña palestina por el Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel. Esta campaña surgió en Palestina en el año 2005, inspirada en el boicot efectuado por la sociedad civil internacional que otrora lograra derribar al Apartheid sudafricano. Ante el evidente fracaso de la Organización de Naciones Unidas y de la diplomacia para exhortar al Estado de Israel a respetar el orden humanitario internacional, es que surge este llamado desde las entrañas de la sociedad civil palestina, el cual se replica día a día en todo el mundo. Verá, solo por darle un ejemplo, Israel asesinó a más de dos mil personas durante los recién transcurridos meses de julio y agosto; y nada hace prever que alguno de los responsables de estos crímenes de lesa humanidad (que a todas luces constituyen una violación del IV Convenio de Ginebra) vayan a responsabilizarse por ellos, siguiendo con la tradición de impunidad a la cual Israel nos tiene acostumbrados.

Esta campaña hace hincapié en la necesidad de boicotear la estrategia israelí de utilizar la cultura y los espectáculos como medios para invisibilizar la limpieza étnica del pueblo palestino y normalizar una situación aberrante desde los puntos de vista jurídicos y humanos. El gobierno israelí destina grandes sumas de dinero para enviar por todo el mundo a sus representantes culturales. El propósito es consolidar una imagen de “país normal”, de democracia de corte occidental, obviando el cruel sometimiento del pueblo palestino. Por esto es que nos enteramos con profunda preocupación de las dos presentaciones que el director israelí Doron Salomon efectuará en el Teatro de la Universidad de Chile previstas para el viernes 17 y el sábado 18 del mes en curso. El teatro que usted representa es el escenario de la Universidad pública de mayor tradición en nuestro país, en cuyas aulas muchos de nosotros nos hemos formado. Creemos firmemente en el rol político y social que cumple y debe cumplir la Universidad en Chile, éste es justamente lo que la distingue del resto de las instituciones de educación superior nacionales. Por lo mismo, nos parece impresentable que el escenario de su teatro se preste para recibir a un director de orquesta que mantiene un silencio obstinado y nada inocente sobre los crímenes que perpetra su país, como si fuera posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas. ¿Es posible que ignore lo que su país está haciendo? ¿Es posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas, y además en tu nombre y por tu seguridad? ¿Puede ser el arte algo puro? ¿Es posible actuar como si no pasara nada?

Queremos aclarar que el BDS no es en lo absoluto un movimiento que pretenda boicotear al pueblo judío ni colectivamente ni a sus integrantes. Tampoco pretendemos boicotear a las/os ciudadanas/os israelíes, mucho menos atacar personalmente a Salomon ni a cualquier otro. El BDS es un movimiento de resistencia pacífica que llama a todas/os las/os ciudadanas/os conscientes del mundo a no normalizar la imagen de Israel; es decir, a no mantener relaciones normales con un Estado que viola en forma sistemática y grave los derechos humanos del pueblo palestino, con el objetivo de aislar internacionalmente a ese Estado y exhortarlo así a respetar el derecho internacional. Esto es: el fin de la ocupación de los territorios palestinos, la igualdad plena entre los ciudadanos árabes y judíos en Israel, y el derecho al retorno de los refugiados palestinos. Muchas/os judías/os de todas partes del mundo, incluso judías/os israelíes, engrosan las filas del BDS. Simbólicamente podríamos citar el caso del aclamado académico israelí Ilan Pappe, quien es el precursor de la iniciativa “Boicot desde dentro”, que pretende implementar el Boicot a Israel desde Israel mismo. En el mundo de la cultura y de los espectáculos, figuras de la envergadura de Roger Waters, Alice Walker, Elvis Costello, entre tantas otras, han manifestado públicamente su apoyo al BDS. Pedimos boicot a la “marca Israel”, a los productos culturales israelíes que el Estado de Israel utiliza para mantener su fachada democrática y como cortina de humo que oculte sus crímenes. La “marca Israel” contribuye decisivamente a normalizar a Israel, es decir, a que lo veamos y aceptemos como un país democrático y no como al Israel que viola diariamente los derechos humanos, se ríe de la legalidad internacional, boicotea el arte palestino, y acaba de cometer, una vez más, crímenes contra la humanidad en Gaza y mantiene el bloqueo ilegal y criminal de la franja. No es posible separar ambas caras de Israel. Como afirma el propio Ilan Pappe, “el enfoque de la cultura y la vida académica israelí, como entidades diferentes del ejército, la ocupación y la destrucción, proporciona inmunidad a una de las mayores atrocidades de nuestro tiempo”.

El BDS busca presionar al Estado de Israel para que cumpla con el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos en tanto potencia ocupante en Gaza y Cisjordania. Se busca boicotear a Israel como respuesta al régimen de Apartheid que representa. Israel es un Apartheid porque ha instalado en tierra palestina un régimen de segregación basado en etnia, lengua y religión. En primer lugar, su propia definición como Estado lo hace tal. Israel se proclama a sí mismo como el Estado judío, el Estado de todos los judíos del mundo, no el Estado de los habitantes de la tierra que ocupa. La ciudadanía es una sola, la israelí. Pero las nacionalidades son varias, porque el país pertenece a la nación judía, por lo tanto, los habitantes no judíos, viven bajo un régimen distinto que el de los judíos: “la situación especial de la nacionalidad judía ha sido una manera de socavar los derechos de ciudadanía de los no judíos en Israel, especialmente para el quinto de la población que es árabe. Alrededor de 30 leyes en Israel privilegian específicamente a los judíos, en especial en las áreas de los derechos de emigración, la naturalización, el acceso a la tierra y el empleo.”

El BDS buscar presionar a Israel ante lo ineficaces que han sido las soluciones diplomáticas para ofrecer una salida al “conflicto” (aunque preferimos la denominación “dominación colonial”) respetuosa de la normativa internacional. Entre la normativa internacional violada manifiestamente por Israel, tanto en Israel como en Territorios Ocupados palestinos, podemos citar la Convención para la Eliminación de la Discriminación Racial; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención de los Derechos del Niño; la Convención contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes; la Convención para la Eliminación de la Discriminación en contra de la Mujer; etc. Asimismo, Resoluciones de las Naciones Unidas, entre las cuales destacan la Resolución 194 (adoptada por la Asamblea General del organismo el 11 /12/1948), la cual establece que los refugiados tienen derecho a regresar a sus casas, ahora en territorio de Israel, o a recibir una compensación económica si no desean volver; la Resolución 242 (adoptada por el Consejo de Seguridad del organismo el 22/11/1967) que pide la retirada de Israel de los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días y "el reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los estados de la región y su derecho a vivir en paz"; la Resolución 338 (adoptada por el Consejo de Seguridad el 22/10/1973) que confirma la validez de la Resolución 242 y recomienda el alto al fuego y el inicio de las negociaciones en vista de “instaurar una paz justa y duradera en el Oriente Medio.”

El BDS es un movimiento que persigue sanciones a Israel dada la responsabilidad que le cabe como autor en la comisión de crímenes de lesa humanidad cometidos desde su creación, que dado el escenario internacional post Guerra Fría dominado por Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, nunca han sido conocidos y juzgados por un tribunal institucional, pese a que, por ejemplo, el último ataque militar aéreo y terrestre israelí sobre Gaza, de 50 días de duración, resultó en: la muerte de 2.188 palestinos, al menos 1.658 de los cuales eran civiles; 11.231 civiles heridos; daños a 18.000 viviendas (13% del total de viviendas disponibles en Gaza fue destruida total o parcialmente); el desplazamiento interno de unas 110.000 personas civiles; la destrucción total de ocho centros médicos y daños a muchos otros, de tal manera que 17 de los 32 hospitales fueron dañados y seis cerraron como resultado; la destrucción masiva de las instalaciones de agua resultando en unos 450.000 civiles que no pueden acceder a los suministros de agua municipales; la destrucción de las instalaciones de la única planta eléctrica de Gaza dejando a toda la Franja sin electricidad por aproximadamente 20 horas por día, lo cual produce un impacto profundo en el tratamiento de aguas, suministro de alimentos y la capacidad de las instalaciones médicas para tratar a los heridos y desplazados; numerosos ataques y destrucción a infraestructura de la ONU, incluyendo tres escuelas de la UNRWA que estaban siendo utilizadas como centros temporales de refugio; la destrucción total de unos 128 negocios y aproximadamente 550 millones de dólares en daños causados a las tierras agrícolas y la ganadería; ataques a la propiedad cultural y religiosa; y, por último, 373.000 niños que necesitan apoyo psicosocial directo y especializado. El ataque fue generalizado y sistemático y constituye una violación flagrante del IV Convenio de Ginebra para la protección de civiles en tiempos de guerra. La Autoridad Palestina estima que se requieren US $ 7,8 mil millones para reparar los daños causados a la infraestructura civil y estatal.

Solo esperamos que llegue pronto ese día en que aplaudir en las principales plataformas culturales del mundo a los representantes israelíes sea tan grave como lo sería hoy el haber aplaudido a los representantes culturales de la Alemania nazi. Solo esperamos que llegue pronto ese día en que acusar a Israel sea tan legítimo como acusar a la Francia colonizadora y torturadora de Argelia. Solo esperamos que llegue pronto ese día en que quedarse callado frente a la masacre en Palestina se condene tan fuertemente como se ha condenado el guardar silencio mientras se exterminaba a los pueblos originarios de América.

En vista de lo expuesto, demandamos a usted cancelar las presentaciones de los embajadores culturales de Israel, como respuesta al Apartheid y a la colonización del país que representan, mientras éste no cambie su política criminal hacia el pueblo palestino. Hasta entonces, solidarizamos con el pueblo palestino, y seguiremos llamando al boicot de los espectáculos culturales israelíes que pretenden silenciar con hermosas melodías los gritos de horror de los niños de Gaza. Como chilenas/os, hemos vivido en carne propia la violación de los derechos humanos, la sociedad civil internacional solidarizó con los perseguidos por Pinochet, y por lo mismo nos parece justo y consecuente levantar la voz cada vez que los derechos humanos se violen en cualquier lugar del mundo.

¡Boicot a Israel ahora! ¡Fin a las relaciones normales con un Estado criminal!

Campaña BDS-Chile

boicotchile@gmail.com

14 de octubre de 2014

Calendario de actividades del Tribunal Russell en Chile


Entre los días 3 y 7 de Noviembre próximos, se encontrará en Chile el Coordinador General del Tribunal Russell para Palestina, Frank Barat, quien expondrá las conclusiones de este órgano de la sociedad civil, que sesionó ordinariamente entre los años 2010 y 2013, y durante septiembre de 2014 en forma extraordinaria en Bruselas para examinar la posible comisión del crimen de genocidio en Gaza por parte de Israel, durante los ataques de julio y agosto recién pasados.

Calendario de presentaciones en Chile:

Santiago, Lunes, 3 de Noviembre, 19:00 horas.
Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Expone Frank Barat.
Presentan la académica y Premio Nacional de Periodismo, Faride Zerán, y el Diputado y Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara, Hugo Gutiérrez.

Valparaíso, Martes 4 de Noviembre: Hora y lugar por confirmar.

Santiago, Miércoles, 5 de noviembre, 19:00 horas.
Club Palestino.
Expone Frank Barat.
Presentan: Nadia Silhi, licenciada en derecho, en representación del movimiento BDS, y Jaime Abedrapo, doctor en derecho internacional, en representación de la Federación Palestina de Chile.

Santiago, Jueves, 6 de Noviembre, 12:00 horas.
Aula Magna de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Expone Frank Barat.
Presentan la Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Melissa Sepúlveda, y Claudio Nash, académico y Director del Centro de Derechos Humanos de la misma Facultad.

Temuco, Viernes 7 Noviembre, 16:00 horas.
Auditorio Centro de Innovación Profesional (CIP).
Expone Frank Barat.
Presenta Angélica Hernández, Directora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de La Frontera.

Todas las actividades son gratuitas y abiertas al público. Contacto e información adicional:


Tribunal Russel (TR)



Entrevista a Estefhane Hessel acerca del significado del Tribunal Russell para Palestina (Subtitulada al español) http://youtu.be/QMrtLk531NY

El Tribunal Russell (TR) es una iniciativa ciudadana cuyo objetivo es utilizar las normas del derecho internacional para enjuiciar crímenes contra la humanidad, las cuales permanecen ocultas por instituciones oficiales, solapando a los responsables para mantener su impunidad, la cual es combatida por este tribunal .

El TR se originó en el año 1962, cuando Lord Bertrand Russell y el filósofo Jean Paul Sartre lo constituyeron para juzgar los crímenes perpetrados por los Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam; a ese llamado se unieron otros intelectuales de la época, aún sin tener el apoyo de instituciones públicas. En palabras del propio Sartre: “la legalidad del TR proviene tanto de su absoluta falta de poder como de su universalidad”. Y en palabras de Russell, el objetivo era “prevenir el crimen del silencio”, asegurando la amplia difusión de los crímenes y sus responsables en todo el mundo, para movilizar a la opinión pública y garantizar de esta forma su repudio y cese.

En 2007, se constituyó el Tribunal Russell para Palestina, gracias a que un grupo de ciudadanos en Europa decidió organizarse para impedir la inobservancia por parte de Israel del orden humanitario internacional. Este grupo de ciudadanos se conformaba por connotados miembros de diversas nacionalidades, que provenían del mundo académico, cultural, artístico, político, todos con reconocidos aportes históricos en materia de derechos humanos.

Se celebraron cinco sesiones para conocer y juzgar el caso de Palestina:
  1. Barcelona (Marzo de 2010): Examen de las complicidades y omisiones de la Unión Europea y los Estados miembros en la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel.
  2. Londres (Noviembre de 2010): Examen de la complicidad de las corporaciones en las violaciones de derechos humanos y del derecho humanitario internacional por parte de Israel.
  3. Ciudad del Cabo (Noviembre de 2011): Examen de las prácticas de Israel en contra del pueblo palestino: ¿una violación a la prohibición internacional del Apartheid?
  4. Nueva York (Octubre de 2012): Examen de la complicidad de los Estados Unidos y las omisiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en las presentes violaciones del derecho internacional cometidas por Israel en contra del pueblo palestino.
  5. Bruselas (Marzo de 2013): Sesión final.
De cada una de estas sesiones, se extrajeron las siguientes conclusiones:
  1. Cómo viola Israel el derecho internacional;
  2. Características generales del régimen israelí frente a los palestinos (Apartheid y sociocidio);
  3. Responsabilidad de los Estados, particularmente de los EEUU, en el actuar de Israel;
  4. Responsabilidad de organizaciones internacionales, particularmente la ONU y la UE, en el actuar de Israel;
  5. Responsabilidad de sociedades privadas en el actuar de Israel.

13 de octubre de 2014

Acción de Boicot a Mayumana en Chile

El Viernes 10 de Octubre, en las afueras del Teatro Municipal de Las Condes, Santiago, un grupo de activistas se manifestó contra la presencia de la banda israelí Mayumana y las políticas de segregación y apartheid que el estado de Israel ejerce sobre los palestinos. Las organizaciones entregaron una carta pública a las autoridades del Teatro acompañada de las firmas alcanzadas en la campaña de boicot a la normalización.

Guardias municipales y varios civiles "sospechosos" intentaron intimidar a los manifestantes, quienes desplegaban pacíficamente lienzos y banderas palestinas.



Carabineros incluso pretendió hacer control de identidad a los manifestantes, violando así tanto el Código Procesal Penal como la Constitución Política. Carabineros amenazó con detención, pero los manifestantes siguieron coreando cánticos alusivos a la libertad del pueblo palestino y a la destrucción del Apartheid israelí, además de explicar a los transeúntes qué hacían allí.

Se retiraron pacíficamente, no sin antes desplegar una gran bandera palestina que cubrió la vereda norte de Avenida Apoquindo, como simbólica forma de visibilizar al pueblo que el Estado colonial de Israel y sus embajadores culturales han pretendido borrar del mapa.

Más información:











2 de octubre de 2014

Boicot: Kuwait excluye a Veolia de millonario contrato



El Comité Nacional Palestino de Boicot, Desinversión y Sanciones (BNC) acoge con satisfacción la decisión de la municipalidad de la ciudad de Kuwait de excluir a la empresa francesa Veolia de un enorme contrato de gestión de residuos sólidos, por el valor de $ 750 millones, citando la apelación de BNC a ese efecto. Basando su decisión sobre la complicidad de Veolia en los proyectos israelíes que violan el derecho internacional, el municipio también decidió excluir a Veolia de "todos los proyectos futuros."

Según fuentes fidedignas en Kuwait, tras esta humillante derrota, Veolia se vio obligado a retirarse de la licitación de un proyecto de ampliación de la estación depuradora de aguas residuales de "Um Al-Haiman". El proyecto está valorado en cerca de $ 1.5 mil millones.

Incluso antes de esta pérdida de contratos por el valor total de $ 2,25MM, Veolia ya había perdido o debió excluirse de otras licitaciones por un valor de unos $ 24 mil millones, principalmente en el Reino Unido, Suecia, Irlanda y los EE.UU.

Veolia se ha visto obligado a admitir que la campaña en su contra está teniendo un gran impacto y ha anunciado recientemente que tiene la intención de vender su participación en las empresas israelíes. La campaña contra Veolia continuará hasta que termine todos los aspectos de su participación en las violaciones del derecho internacional cometidas por Israel, incluyendo el retiro del tren ligero de Jerusalén y el vertedero Tovlan, dos proyectos de infraestructura para los asentamientos ilegales israelíes.

El BNC recurrió hace unos meses al Gobierno y el Parlamento de Kuwait para excluir a Veolia por su participación en una serie de proyectos israelíes que violan flagrantemente el derecho internacional y los derechos humanos de los palestinos, incluyendo el "tren ligero de Jerusalén" que conecta los asentamientos ilegales y los alrededores de Jerusalén ocupada.

El Dr. Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) también hizo un llamamiento al Gobierno de Kuwait "para boicotear y excluir a Veolia" debido a la "complicidad con la ocupación israelí en la violación del derecho internacional humanitario, especialmente en Jerusalén ocupada."

Zaid Shuaibi, Coordinador de Asuntos Árabes del BNC declaró que, "Después de la última masacre de Israel contra Gaza, corresponde a todos nosotros intensificar nuestras campañas de BDS para hacerles rendir cuentas,  aislandoles aún más en todos los campos."

Shuaibi añadió, "las corporaciones internacionales entreguistas, como Veolia, G4S y HP, que permiten el régimen de ocupación, el colonialismo de los colonos y el apartheid de Israel deben pagar un precio por sacar provecho de la ocupación y de las violaciones de los derechos humanos realizados por Israel. Ellos deben ser excluidos de los contratos públicos y privados en el mundo árabe, así como en cada país que defiende el derecho internacional y apoya la búsqueda de la libertad, la justicia y la igualdad".

Esta última victoria del BDS contra Veolia en Kuwait es visto por los observadores como "la punta del iceberg del BDS" en el mundo árabe.

Fuente: ‘Tip of the BDS iceberg': Kuwait excludes Veolia from $750m contract

1 de octubre de 2014

Carta Pública al Teatro Municipal de Las Condes y GTD: ¡No contribuyan a normalizar el apartheid israelí! Suspendan las presentaciones de Mayumana en Chile


Don Arturo Hughes, Gerente General de la Fundación Teatro Municipal de Las Condes.

Estimado señor, junto con saludarlo, nos presentamos. Somos un grupo de ciudadanos y ciudadanas chilenos, muchos de nosotros vecinos de la comuna de Las Condes, que adherimos a la Campaña Palestina por el Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel. Esta campaña surgió en Palestina en el año 2005, inspirada en el boicot efectuado por la sociedad civil internacional que otrora lograra derribar al Apartheid sudafricano. Ante el fracaso de la Organización de Naciones Unidas y de la diplomacia, surge este llamado que pretende ejercer presión y exhortar al Estado de Israel a respetar el orden humanitario internacional. Verá, solo por darle un ejemplo, Israel asesinó a cerca de dos mil personas durante los recién transcurridos meses de julio y agosto; y nada hace prever que alguno de los responsables de estos crímenes de lesa humanidad (que a todas luces constituyen una violación del IV Convenio de Ginebra) vayan a responsabilizarse por ellos, siguiendo con la tradición de impunidad a la cual Israel nos tiene acostumbrados.

Esta campaña hace hincapié en la necesidad de boicotear la estrategia israelí de utilizar la cultura y los espectáculos como medios para invisibilizar la limpieza étnica del pueblo palestino y normalizar una situación aberrante desde los puntos de vista jurídicos y humanos. El gobierno israelí destina grandes sumas de dinero para enviar por todo el mundo a sus representantes culturales. El objetivo es consolidar una imagen de “país normal”, de democracia de corte occidental, obviando el cruel sometimiento del pueblo palestino. Por esto es que nos enteramos con profunda preocupación de las cuatro presentaciones que el conjunto israelí Mayúmana efectuará, en el distinguido teatro que usted dirige, durante el mes de octubre próximo.

Solicitamos que estas presentaciones sean canceladas por los argumentos que pasamos a exponer:
  • Porque Mayúmana forma parte de la cortina de humo que oculta los crímenes del Estado sionista de Israel y que le permite aparecer ante el resto del mundo occidental como un país “normal”, joven, dinámico, democrático, divertido, amable, multicultural, mientras continúa pisoteando la legalidad internacional y los derechos de la población palestina.  Aunque Mayúmana se define como grupo independiente y no se consideran embajadores de Israel, en la práctica se han convertido en un instrumento de la propaganda israelí, que presenta a Tel Aviv-Jaffa y a Mayúmana como símbolos del cosmopolitismo y la diversidad de Israel.
  • Por contribuir a borrar las huellas de Palestina. Como afirma Victoria Buch, activista israelí contra la ocupación, la existencia de Israel se basa en una continua limpieza étnica de la población palestina, acompañada de la judeización del territorio. Para completar su limpieza étnica, necesita que el mundo olvide que una vez existió Palestina. Con ese objetivo, destruye el patrimonio cultural palestino, impide su desarrollo actual y potencia la creación y difusión de una nueva cultura israelí que incluya y reconozca elementos de cualquier parte del mundo, excepto de Palestina.

    Jaffa –ciudad en la que se encuentra la sede de Mayúmana–, era una ciudad palestina que fue atacada por los paramilitares sionistas en 1948. Como consecuencia de ello, la mayoría de sus 70.000 habitantes huyó aterrorizada. Terminada la invasión, el Estado de Israel se dedicó a borrar las huellas palestinas, al igual que haría en otros tantos lugares, potenciando el establecimiento de colonias de artistas israelíes en las ciudades árabes desalojadas que disfrutan de todos los derechos que se niegan a la población palestina sin preguntarse sobre qué ruinas ni a expensas de qué han logrado esos privilegios. El gobierno israelí vende al exterior una postal idílica de sus creadores, trabajando en entornos bucólicos que han sido restaurados primorosamente, en un intento deliberado de dar una imagen de normalidad y de asimilación a la cultura occidental a la que tanto se jactan de pertenecer los israelíes. En la propia Ciudad Vieja de Jaffa viven aún 15.000 palestinos sometidos a un estado crónico de pobreza.
  • Por vivir en una burbuja que les impide ver la limpieza étnica y el apartheid que sufre la población palestina. La estrategia sionista se apoya en la anuencia de grupos como Mayúmana, que, salvo posicionamientos individuales, como grupo mantiene un mutismo obstinado y nada inocente sobre la política criminal que lleva a cabo el Estado de Israel, centrándose únicamente en sus espectáculos, como si fuera posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas. Mayúmana, como tantos otros, recurre así al argumento falaz de que no se debe mezclar arte y política, como si la vida se pudiera dividir en compartimentos estancos. ¿Es posible que ignoren lo que su país está haciendo? ¿Es posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas, y además en tu nombre y por tu seguridad? ¿Se le puede llamar a esto política? ¿Puede ser el arte algo puro? ¿Es posible actuar como si no pasara nada?
Como recordó el arzobispo sudafricano Desmond Tutu: “Si eres neutral en situaciones de injusticia has elegido el lado del opresor”; ése es el lado que parecen haber elegido la mayoría de las instituciones políticas occidentales. En esta situación, tal y como señala Roger Waters (fundador de Pink Floyd y miembro activo del movimiento BDS), dada la incapacidad o falta de voluntad de nuestros gobiernos o del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para presionar y hacer que Israel ponga fin a estas violaciones y lleve a cabo una reparación a las víctimas, la responsabilidad recae sobre la sociedad civil y la conciencia de los ciudadanos del mundo para limpiar nuestras conciencias, asumir nuestras responsabilidades y actuar.

Formamos parte de la comunidad internacional y no queremos ser neutrales, nos negamos a ser cómplices. Por ello, en apoyo a la campaña BDS lanzada por la población palestina, pedimos el boicot a Mayúmana y al resto de productos culturales israelíes que contribuyen con la normalización y el ocultamiento de este régimen de apartheid.

Así, demandamos a usted cancelar las presentaciones de Mayúmana, como respuesta al Apartheid y a la colonización israelíes,

Campaña BDS-Chile

boicotchile@gmail.com